El documento de 29 páginas se conforma con la visión de Obama sobre el papel de Estados Unidos en el mundo y no prevé mayores cambios en la campaña militar contra el grupo extremista Estado Islámico ni en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Aparte de esas preocupaciones inmediatas, también instó a reforzar la ciberseguridad, combatir el cambio climático y promover los derechos de los homosexuales en el mundo.
Aunque Obama considera indispensable el liderazgo estadounidense, dijo que "los recursos e influencia de la nación no son infinitos". Agregó que la amenaza de un ataque terrorista contra su territorio "ha disminuido pero todavía persiste". También manifestó que sigue comprometido a combatir a grupos como Estado Islámico, no por medio de guerras de infantería a gran escala sino con operaciones antiterroristas precisas.
"Estados Unidos siempre defenderá nuestros intereses y cumplirá con nuestros compromisos para los aliados y socios", escribió en la introducción al documento de la Casa Blanca. "Pero tenemos que tomar decisiones difíciles entre muchas prioridades en competencia y siempre debemos resistir la reacción excesiva que se produce cuando tomamos decisiones basadas en el temor".
Los críticos han acusado al presidente de anteponer su deseo de mantener a la nación al margen de los conflictos en el exterior a la necesidad de una acción más vigorosa contra los elementos perniciosos. Algunos legisladores han exhortado a Obama a enviar más fuerzas de infantería al Oriente Medio para combatir al Estado Islámico, a la vez que promueven la autorización para enviar armas defensivas a Ucrania en su lucha contra los separatistas prorrusos.
Funcionarios del gobierno han dicho que Obama está reconsiderando su oposición a enviar ayuda letal a Ucrania, aunque sigue preocupado por la efectividad de dicha decisión.