Cristina -imputada por fraude fiscal- y Urdangarin - acusado de varios delitos de malversación de fondos públicos - tenían embargada la mitad de su casa de Barcelona por orden judicial y habían pedido permiso para venderla.
En un auto hecho público el jueves, el juez José Castro dio su consentimiento. El palacete será traspasado por unos 7 millones de euros (8 millones de dólares), de los que 2,4 millones (2,7 millones de dólares) serán depositados como fianza civil para afrontar una posible multa en el juzgado de Palma de Mallorca, en las mediterráneas Islas Baleares, que les investiga.