BRIDGETOWN.- La Comunidad del Caribe (Caricom) condenó hoy la política migratoria de República Dominicana hacia los descendientes de haitianos en ese país, pero evadió pronunciarse con claridad sobre el conflicto territorial entre Guyana y Venezuela.
En la 36 cumbre de Caricom, que se celebra en Barbados, hoy destacó la intervención del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien se pronunció sobre dos asuntos que han logrado colarse en la agenda de una reunión más enfocada originalmente en la búsqueda de estrategias para fomentar el desarrollo regional sostenible.
Después de mantener una reunión bilateral con el presidente guyanés, David Granger, Ban aseguró que tratará de enviar una misión a Guyana para intentar mediar en el conflicto territorial que ese país mantiene con Venezuela.
"Ban ha manifestado su disposición a nombrar una misión para ir a Guyana. Le hemos dicho que la controversia ha ido más allá y ha contaminado a todo el Caribe Oriental; se ha 'regionalizado'", dijo Granger.
En una conferencia de prensa, Ban dijo que la ONU estaba dispuesta a utilizar sus buenos oficios para ayudar a encontrar una solución.
Granger espera que Ban ayude a rebajar la "creciente" tensión con Venezuela, que se niega a reconocer las fronteras que un laudo arbitral firmado hace más de un siglo que señala como territorio guyanés las aguas del Esequibo, muy ricas en petróleo.
Granger también mantuvo reuniones bilaterales con varios líderes del Caribe sobre el tema, al tiempo que al menos dos primeros ministros de la región (Roosevelt Skerrit, de Dominica; y Ralph Gonsalves, de San Vicente y las Granadinas) se reunieron con el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza.
A la salida, Gonsalves dijo a la prensa que la situación "es muy grave", mientras Skerrit reconoció que llegar a un acuerdo va a ser "una tarea cuesta arriba".
Por su parte, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, sí mostró su apoyo expreso al Gobierno de Guyana, al contrario de lo que hasta ahora han hecho otros mandatarios regionales, que en muchos casos tienen acuerdos con Venezuela para recibir su petróleo a precios ventajosos.
En lo que sí parece haber más consenso es en la condena de la política migratoria de República Dominicana -que no es miembro de la organización, aunque estaba en trámites para adherirse-, que afecta a Haití -que sí pertenece a la agrupación regional-.
El presidente de Haití, Michel Martelly, pidió ante sus homólogos una solución pacífica a la crisis a que se enfrentan los dominicanos de ascendencia haitiana que están siendo deportados.
"Haití preferiría mantenerse en la mesa de negociaciones con República Dominicana para resolver la crisis pacíficamente", dijo Martelly, tras apuntar que en los últimos días mucha gente ha acudido a la frontera para abandonar el país de habla hispana.
"Hace dos noches 21 personas fueron obligadas a regresar a Haití. No vinieron voluntariamente, fueron detenidas y devueltas a Haití. Parece que no todos ellos son haitianos", explicó.
Matelly describió la situación como una "crisis humanitaria, debido a que no estamos hablando de haitianos, sino probablemente de dominicanos sacados de su país".
"Nosotros preferimos no mencionar siquiera a los dominicanos. Nos preocupamos por los haitianos que van a volver a su país sin medios, porque la mayoría de las veces dejan lo que tienen en casa", explicó durante su intervención en una cumbre que acaba este sábado.
En ese sentido, reclamó que se establezca "un protocolo" para que podamos "acordar a quién se trae de vuelta y dónde se le trae, porque estamos viendo gente a lo largo de toda la frontera", lo que indica que "no hay un control de lo que está ocurriendo".
El primer ministro de San Cristóbal y Nieves, Timothy Harris, dijo al respecto que esta asunto es una oportunidad más para mostrar "la unidad regional y la solidaridad" de los países que integran Caricom.
Se refirió a la situación como "una crisis humanitaria y de derechos humanos que afecta a los haitianos y los dominicanos de ascendencia haitiana asediados" por las autoridades de Santo Domingo.
"Hago un llamamiento a las autoridades de la República Dominicana a que cesen y desistan de cualquier plan que daría lugar a la expulsión de los dominicanos de ascendencia haitiana para hacerlos apátridas", reclamó.
Incluso el secretario general de la ONU mostró su "profunda preocupación" por este asunto y celebró que esté prevista la emisión de una declaración de condena por parte de Caricom al final de esta cumbre.
"Esta es una cuestión de derechos humanos y de dignidad humana", añadió tras instar a Caricom a que siga defendiendo "las voces de más vulnerables, no solo en esta región sino para el mundo".
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